¿De qué sirve la azotea más bella, si en verano el calor resulta insoportable, sin una sombra protectora suficiente? El emplazamiento abierto del Instituto Max Planck para Ecología Química, en el Campus de Beutenberg, Jena, no ha sido aprovechado durante muchos años en los días calurosos, precisamente por este motivo. Pero desde que se instalaron en la terraza grandes parasoles, cómodos y fáciles de manejar gracias a motores de tubo GEIGER, la gran superficie puede ser utilizada como zona de descanso o para encuentros informales al aire libre. La terraza, el lugar favorito de los empleados, está casi siempre ocupada, incluso cuando el calor azota a mediodía.

El edificio del Instituto Max Planck para Ecología Química, diseñado por los arquitectos muniqueses Brechensbauer Weinhart + Partner, supuso ya en 2001 un importante paso en el desarrollo del emplazamiento científico. El terreno que ocupa cerca de dos hectáreas se encuentra en una ladera colindante con una reserva natural. Cinco edificios de tres plantas con una superficie útil total de 7.800 m2 se agrupan en torno a un pabellón central de acceso. El núcleo constructivo funcional lo constituye el conjunto de laboratorios y oficinas unidos en un espacio abierto de dos plantas. En el ala oriental se encuentra el invernadero de laboratorio, unido al Instituto a través del área de servicios de la planta baja.  En el marco de medidas constructivas internas, que preveía un mayor espacio útil, así como zonas de encuentro y comunicación, se integró también la terraza en el nuevo concepto de comunicación, en la cual se instaló un conjunto de grandes parasoles. Los responsables del proyecto apostaron por un manejo sencillo de los parasoles, con un control automático en caso de viento y/o lluvia repentinos.

GEIGER fue capaz de garantizar estos requisitos con sus motores de tubo SOLIDline Parasol, que destacan por su gran calidad y fiabilidad: los motores se instalaron directamente en los soportes de los parasoles, a través de un cableado subterráneo con una toma directa en el soporte del parasol. El accionamiento eléctrico SOLIDline Parasol ha sido especialmente adaptado por GEIGER para grandes parasoles. Está integrado en el soporte del parasol e impulsa un husillo con 134 vueltas por minuto, extendiendo o recogiendo el varillaje a través de una corredera. Este mecanismo garantiza una apertura y cierre de los parasoles con gran rapidez y sencillez. En los extremos, un dispositivo de desconexión del par de giro permite un paro suave. El sistema también permite un manejo manual en caso de emergencia.

El manejo del automatismo del parasol se realiza localmente desde el interior del edificio, a través de un panel de control. Los empleados pueden manejar cada parasol independientemente mediante pulsadores. Las estaciones meteorológicas del edificio, equipadas con sensores de viento y lluvia, han podido ser integradas por GEIGER en el nuevo sistema. Funciones de control adicionales ofrecen una gran seguridad, tanto para los empleados, como para los propios parasoles. Los empleados están muy contentos con esta instalación de parasoles: la combinación de parasoles de alta calidad, con un accionamiento fiable y un cómodo manejo han permitido mejorar de forma significativa el espacio de ocio de la azotea. También la arquitectura se beneficia de los grandes parasoles, los cuales confieren a esta zona de recreo elementos de diseño estructurales y una nota de color.

GEIGER SOLIDlinel Parasol: especialmente adaptado para parasoles